Como luchar contra el Showrooming
El pasado martes, os hablábamos de una práctica cada vez más extendida, el showrooming. Que consiste, básicamente, en mirar y probar en la tienda física, para finalizar la compra en la comodidad del hogar, de forma más barata, mediante la venta online. Esta tendencia está marcando un nuevo concepto de la tienda física, pasando de principal punto de venta a expositor físico de una tienda online.
Pues bien, a raiz de ese artículo, comenzamos a buscar información en internet tratando de encontrar posibles soluciones a esta práctica para que no perjudique a la tienda física, y nos encontramos con diversas entradas que hablaban de, precisamente, todo lo contrario: El incremento de ventas en el punto de ventas físico, gracias al trabajo realizado en Internet. (Es decir, lo que hasta ahora era la corriente habitual).
Un estudio elaborado por Ofertia y GFK Emer, pretende conocer los hábitos de compra actuales de los consumidores. Más allá de la mera especulación, este estudio ha querido conocer qué es lo que hace la gente ahora mismo, y no lo que puede llegar a hacer.
Los usuarios de Ofertia buscan información local sobre las ofertas de las tiendas físicas que tienen a su alrededor. Es decir, emplean un medio 100% digital para tomar una decisión de compra. Este efecto, se conoce como ROPO (Research Online Purchase Offline) que se produce cuando la gente aprovecha la información de productos y servicios en Internet para luego realizar la compra de forma offline, en la tienda física, aunque hasta hoy había sido difícil de cuantificar.
Para el estudio, se han realizado, a través de la web y de las apps móvil de Ofertia, más de 9.500 encuestas a hombres (un 53%) y mujeres (un 47%) con edades comprendidas entre los 25 y 45 años. El sondeo se realizó posteriormente a la visualización de un folleto de ofertas y a los usuarios que declararon tener intención de visitar la tienda se les volvió a encuestar a los 7 días vía email.
Esto ha permitido medir cómo la información consultada digitalmente les ha influenciado en su posterior visita a la tienda y en la compra. Según datos del estudio, un 33,1% de usuarios que ha ojeado un catálogo lo ha hecho para encontrar ideas, un 28,7% lo ha visto porque quería comprar algo y quería informarse de las ofertas disponibles y un 27,5% lo ha hecho para ver las ofertas de un distribuidor en particular. Los folletos y catálogos digitales sirven para preparar la compra y son consultados proactivamente, como resultado de una necesidad o interés.
Fuente: ecommerce-news.es
Showrooming ¿Qué conclusiones podemos sacar?
En cuanto a la visita a la tienda física, el estudio revela que un 71% de los usuarios que declararon tener intención de visitarla, lo ha hecho al cabo de siete días. La mayor conversión se presenta en los supermercados (82%), al ser el sector con una frecuencia de compra más elevada.
Es decir, la gente empleó el medio para informarse, para, posteriormente, acudir al punto de venta físico a adquirir el producto. Como se ha hecho toda la vida con los catálogos por correo. Podemos concluir que para ciertos productos de consumo del hogar (alimentación, limpieza, herramientas…) el gran grueso de la sociedad, sigue realizándolas en un supermercado o similar.
Existen decenas de alternativas online para adquirir alimentación y productos de limpieza, pero la mayor parte de los españoles, siguen viéndolos como una “innovación” (aunque lleven más de una década inmersas en el mercado) pero no como una alternativa real para adquirir los productos de consumo habitual. Utilizan los medios digitales como informadores de productos, ofertas o nuevos servicios de un comercio próximo a su localización, pero no llegan a adquirir los productos mediante una tienda digital, sino que acuden directamente a la tienda para comprarlos. La versión online se convierte, entonces, en un catálogo interactivo donde el usuario puede ver perfectamente todo lo que necesita y quiere antes de ir al punto de venta. Cierto es que mucha gente realiza su compra mediante el sistema digital: Pero siempre es en su supermercado habitual, y el más próximo a su hogar.
Showrooming es una práctica “dolorosa” ¿Qué podemos hacer?
Si el showrooming es una práctica “dolorosa” para tu negocio, puedes tomar ejemplo de este tipo de mercado, donde los hábitos de consumo son diferentes, pero los patrones de venta no solo se conservan, sino que han aumentado su rendimiento gracias a la estrategia digital.
Vivimos inmersos en una transición de hábitos de consumo, donde los productos comienzan a pasar a un segundo plano. Cada vez más gente sabe buscar y encontrar por la red un producto concreto. La mercancía ya no es la primera referencia para visitar una tienda. En internet se puede conseguir todo y, por lo general, mucho más barato, así que el atractivo de nuestra tienda ya no tiene que ser ni el producto, ni el precio, sino el añadido.
Intenta convertir tu negocio en un lugar cálido, que se diferencia de la tienda habitual, acogedor y donde el cliente digital tenga ganas de visitar por algo que no sean los productos en si mismo. Convierte tu tienda online, en un estupendo catálogo para tus clientes. Promociónate como un referente para la lista de la compra, donde el usuario puede calcular la cuantía total de su compra, y, jugar a la contra, advirtiendo de ventajas por comprar en la tienda física en lugar de en Internet (por ejemplo: en la versión online oferta promociones exclusivas para los clientes que acudan al punto de venta). Si te lo puedes permitir, también puedes añadir servicios alternativos (“ven a probarte un vestido y tómate un estupendo té inglés”). Para ello puedes intentar asociarte con otros negocios locales que estarán interesados en aumentar sus ventas sin incrementar sus servicios.
Podemos observar esta estrategia en empresas de sectores integrados totalmente en el mundo digital, como por ejemplo FNAC. No solo han compaginado la estrategia digital a la perfección con la de punto de venta, sino que han convertido sus sedes en auténticos templos de material cultural donde los clientes acuden en masa a disfrutar de un café mientras leen un libro que piensan en comprar, o prueban un videojuego nuevo en las consolas que tienen repartidas por el local. Presentaciones de discos y pequeños conciertos promocionales. Un club de socios con descuentos y salones para relajarse. Su catálogo y newsletter es de lo más seguidos que hay, hasta llegar a marcar tendencias. Han incrementado sus ventas hasta tal punto de abrir decenas de nuevas sucursales y franquicias por todo el país…la lista parece no terminarse ¡Y todo basado en productos culturales y tecnológicos que, supuestamente, son un mercado absorbido por el ecommerce!
Busca la manera de que tu tienda sea eso: Algo más que una tienda. Obviamente, no tendrás ni los recursos ni las posibilidades de FNAC, pero, al igual que ellos, tú eres el que mejor conoce a tus clientes, y, por encima de todo, tú eres un cliente ante todo, y sabes qué es lo que te gustaría encontrar en una tienda física. Utiliza tu creatividad y experiencia para elaborar una estrategia de marketing de atractivos.
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