De unos años para acá se ha puesto de moda el término start up para referirse a aquellas empresas que dan sus primeros pasos, por lo general en el ámbito de las tecnologías digitales. ¿Pero sabes exactamente qué es startup, cómo surgen y qué tipos de startup existen? ¿Sabes en qué se diferencia una startup de una PyME? ¿Cómo funciona el modelo de negocio start up? Si quieres conocer sobre el tema, aquí te lo explicaremos con todo detalle.
Indice del artículo
¿Qué es una start up? Diferencias entre PyME y startup
Cuando a alguien se le pregunta qué es una start up, suele responder que una pequeña empresa creada poco tiempo atrás. Pero esto no resulta del todo correcto. Hablando con propiedad, se puede decir que es una start up una empresa con poca trayectoria, dimensiones pequeñas y un gran potencial de crecimiento.
¿Pero esto no es lo mismo que PyME? No, porque PyME significa pequeña y mediana empresa, lo que implica solamente la envergadura del negocio. Es cierto que una startup no tiene más remedio que ser reducida, pues está empezando a bracear en las turbulentas aguas del mercado. Pero puede llegar a ser gigantesca con el tiempo. Una PyME, sin embargo, puede llevar años en acción y seguir siendo pequeña o mediana.
ahí la importancia del término escalabilidad cuando hacemos la distinción entre PyME y start up. Y es que estas últimas tienen un gran potencial de escalabilidad. Es decir la capacidad de obtener sus primeros beneficios en poco tiempo y crecer con rapidez.
Otro aspecto que caracteriza una start up es la inversión. Mientras que otros tipos de empresas parten de un fondo considerable, las startup se lanzan al mercado con necesidades de capital y están constantemente en busca de financiamiento. Para ello suelen acudir a las tecnologías digitales, por lo que el modelo de negocio start up está muy vinculado a Internet. Y, por la misma razón, suelen jugar con costes mínimos en comparación con los beneficios.
Veamos entonces, a modo de resumen, las 5 características que distinguen una start up de cualquier otra clase de compañía:
- edad temprana
- escalabilidad
- búsqueda de inversión
- relación con las tecnologías digitales
- minimización de costes
Puedes estar seguro de que, si una empresa cumple estos requisitos, es una startup.
Historia de las startup
Casi se podría decir que las empresas emergentes son un movimiento, una cultura empresarial que tuvo su boom en la crisis de 2008. Pero la historia de las startup se remonta, en realidad, a los años ‘70. En una época en que la informática estaba en pañales, de pronto surgieron nombres como Microsoft, Apple y Seagate, verdaderas startups que, entre muchas otras, terminaron siendo pilares del mundo moderno.
Fue entonces cuando los pequeños emprendedores, inspirados por aquellas hazañas, empezaron a apostar el todo por el todo en el campo de la innovación tecnológica. Así surgirían, en las próximas décadas, compañías como Amazon, AOL, Dell, Lenovo, Yahoo!, eBay, Netflix, Google, Facebook, etc. Todas ellas empezaron con un colectivo pequeño, a veces de solo 2 personas, y muy poco dinero.
Pero no fue hasta 2008 que las startup se convirtieron en un verdadero paradigma a raíz de la crisis económica. A falta de fondos, muchos emprendedores se arriesgaron con un sueño en busca de inversión. Algunas de las startup nacidas ese mismo fueron Uber, Airbnb y Spotify, solo por citar ejemplos. El terreno estaba listo para el modelo de negocio start up, pues el desarrollo de Internet empezaba a ofrecer posibilidades impensables en otros tiempos.
¿Cómo empezar una startup?
Lo primero es decir que no hay un libro de recetas para un modelo de negocio start up. A diferencias de las compañías tradicionales, en el juego de las empresas emergentes prima la arbitraria dinámica del mercado. Se trata de levantar un negocio escalable y lucrativo entre una maraña de competidores que te dificultan el triunfo. Y, además, sin suficientes fondos para comenzar con todo lo necesario. Pero sí hay ciertas pautas que han seguido los emprendedores de éxito. Veamos cuáles son.
Busca problemas que solucionar
Dicen que la necesidad es la madre de la invención. Y la mejor manera de crear un producto innovador y con gran utilidad social, es comenzar investigando cuáles son los problemas que no se han resuelto en determinado sector, o qué se puede mejorar aportando soluciones creativas.
Piensa en soluciones escalables
Pero no basta con una gran idea. Para que la startup crezca, es necesario que sea escalable. Es decir, con un verdadero potencial de crecimiento y obtención de beneficios sin grandes inversiones. Esto es importante, pues si la solución ofrecida sobrepasa las propuestas de los inversionistas, no podrás ni siquiera empezar. O tal vez sí, pero en caso de ser muy costosa, la relación coste-beneficio frenará el crecimiento de la empresa.
Metas a corto, mediano y largo plazo
La búsqueda de inversión y beneficios no puede ser lo único. Necesitas trazar una ruta a corto, mediano y largo plazo que dirija tus acciones en una dirección escalable. Si no te propones metas claras y realistas, tu startup podría correr el riesgo de quedarse en PyME o fracasar. En la planificación, también debes considerar los posibles cambios e innovaciones que puedan darse en el mercado en los próximos años.
¡Busca inversión!
Está de más decirlo: la búsqueda de inversión es vital. A menos que cuentes con el fondo necesario para despegar, habrás de dedicar al principio tiempo y esfuerzo en buscar y convencer a potenciales inversionistas. E incluso puede que, una vez hayas arrancado el negocio, necesites seguir expandiendo tu red de inversionistas para garantizar su crecimiento. Una buena manera de empezar, puede recurrir al crowdfunding o acudir a empresas interesadas a hacer crowlending.
La tecnología es tu mejor amigo
En gran medida, la calidad de los productos y servicios que hoy día brindan las empresas depende del soporte tecnológico con que cuentan. Por eso, debes acudir a las mejores tecnologías para optimizar no solo tus soluciones empresariales, sino los procesos de tu startup.
Publicidad a toda costa
Si algo necesita una empresa recién nacida, es la publicidad. Por ende, como startup tu campo de batalla principal tiene lugar en Internet. Por eso, debes acudir a todos los medios necesarios para hacerte visible: blog, portal web, cuentas en redes sociales, email marketing, estrategias SEO/SEM, etc. Y, en la medida de lo posible, acudir también a medios tradicionales como radio, televisión y espacios públicos.
¿Cuáles son los principales tipos de startup?
El hecho de que las startup sean un fenómeno relativamente nuevo y no obedezcan a esquemas rígidos, las hace muy difícil de categorizar. De ahí que no haya una sola clasificación correcta para las start up, y sí diversas opiniones. Veamos, por tanto, las que ofrecen 3 importantes organizaciones dedicadas a la investigación y desarrollo de las startup.
4 tipos de start up según Startup Gnome Project
Según los informes de Startup Gnome Project, dedicada a estudiar y desentrañar los misterios de las start up, estas se pueden clasificar en 4 tipos:
- Automatizadora: Tienden a automatizarlo todo y optimizar los procesos hasta su mínima expresión. Las distingue, además, que sus estrategias se enfocan en igual medida en el producto y el consumidor, y adquieren clientes de forma autónoma.
- Transformadora social: Las caracteriza una furia descontrolada por colmar el mercado en todos los ámbitos posibles, en vez de enfocarse en un solo target. De modo que la adquisición de clientes es exponencial, y a veces hasta caótica. Para ello, suelen jugar con innovadoras formas de crear experiencia de usuario y procesos de interacción muy sofisticados.
- Integradora: Un poco old style, las startup integradoras tienen mercados pequeños. Sin embargo, cuentan con una pronta inversión, se fijan metas claras y están enfocadas en el producto. Aprovechan cada innovación en las tecnologías online de consumo y la rehacen a su manera, usualmente para brindársela a pequeñas empresas de terceros.
- Retadora: Una suerte de David frente a Goliat. Estas pequeñas empresas suelen arriesgarse a proveer productos y servicios a las grandes compañías. Con una gran dependencia de la clientela, se enfocan en mercados específicos y emplean procesos de venta exitosos que se puedan repetir.
6 tipos de startup por Renderforest
Renderforest, por su parte, considera 6 tipos de startup fundamentales, basándose en los objetivos que las distinguen desde su lanzamiento. Así tenemos las startups creadas para:
- Innovar: Son lanzadas por grandes empresas interesadas en adoptar un modelo de negocio start up para generar nuevos ingresos. Por eso también se les llama Startups de las Grandes Empresas.
- Hacer la diferencia: Conocidas también como Emprendedores Sociales, tienen por objetivo hacer del mundo un lugar mejor. Por eso, algunas son organizaciones sin fines de lucro, mientras que otras sí buscan beneficios pero no como objetivo principal.
- Ser vendidas:Las Startups Vendibles surgen con el deseo de que las grandes empresas se interesen y las adquieran. Por ello, se enfocan en crear un producto o servicio tecnológico lo suficiente innovador como para llamarles la atención a los mayores proveedores.
- Crecer sin pausa: Son las famosas Startups Escalables, y en las que solemos pensar cuando oímos la palabra startup. Todos sus paradigmas y acciones están enfocados en crecer constantemente y encontrar inversionistas que financien sus actividades.
- Cubrir la necesidad del fundador: Surgen a partir de la necesidad monetaria del fundador. Se les llama Startups PyMES porque parten de modelos de negocio probados y no tienen por qué entrar en el ámbito tecnológico. Por ejemplo, una pequeña tienda de historietas o una dulcería figuran en esta clasificación.
- Trabajar en una pasión: A diferencia de las anteriores, estas startup surgen no por la necesidad, sino por la pasión. Se trata de crear una empresa que te permita dedicarte a lo que más te gusta hacer. Es decir que, además de los beneficios, buscan la realización personal. Se les suele llamar Lifestyle Startups o Startup de Estilo de Vida.
5 tipos de startups según Startupxplore
SturtupExplore es una enorme comunidad española de startups e inversores que también ha clasificado a estas pequeñas empresas, pero en este caso por el sector en que operan.
- Fintech: Surgen con el propósito de suplir las deficiencias de la banca tradicional mediante las nuevas tecnologías. De ese modo, ofrecen nuevas formas de gestionar los trámites financieros a través de Internet y la telefonía móvil, facilitar proyectos de crowdfunding, crowdlending, etc.
- Internet of Things (IoT): Se dedican al creciente sector del Internet de las Cosas (Internet of Things), que busca interconectar y darle inteligencia a todos los objetos de la vida cotidiana. Así que estas startups se especializan en domótica, tecnologías inalámbricas, sistemas micro-electromećanicos, microservicios online y muchas otras novedades de este campo.
- eHealth o Lifestyle: Basan sus objetivos en la creación de apps y sitios web de salud y estilo de vida, así como dispositivos médicos y hasta soluciones biotecnológicas. Actualmente este sector se encuentra en rápido desarrollo y cada día son más la empresas que apuestan por la tecnología en función del bienestar humano.
- Big Data: En este época se almacena e intercambia más información de la que el ser humano puede procesar. Por ende, se requieren soluciones cada vez más sofisticadas para el manejo de datos. Es ahí donde muchos emprendedores ven una oportunidad y ofrecen herramientas y servicios de minería de datos, inteligencia artificial, geolocalización, etc.
- Ecommerce:Y no pueden faltar, como era lógico, las start ups enfocadas en la venta, el marketing y la publicidad online. El sector del ecommerce, aunque se mantiene estable sin grandes saltos, resulta siempre una oportunidad de inversión que promete grandes beneficios.
Artículos Relacionados
Deja un comentario