Por lo general, solemos centrarnos en ecommerce ya creados, o en ecommerce con problemas que necesitan ser solventados, pero, en vista de la profesionalización constante del ecommerce, es obvio que ya no basta con depender de la buena suerte y rezar a San Cucufato para triunfar, sino que es necesario trazar, mínimamente, el surco que te permita plantar tus semillas.
1. Lo que vas a vender
Los productos son el origen y causa de tu actividad comercial, por lo que, lógicamente, será lo más importante a tener en cuenta a la hora de montar un negocio. Es decir, antes de ponerte a vender, basándolo todo en tus gustos y preferencias, siéntate a pensar: ¿Existe suficiente demanda? ¿Los productos se complementan entre sí? ¿Cuántos proveedores voy a necesitar para vender esto?. Esto quiere decir que, aparte de pensar, vas a tener que investigar: A través de la red, de foros especializados, de profesionales del sector, de estudios de mercado…tienes que enterarte si lo que vas a vender le interesa a alguien y, sobre todo, si es factible la competencia en ese mercado.
2. Política de precios
La táctica habitual a la hora de poner precios, es espiar los que tiene la competencia y ponerlos igual o un poco más bajo (teniendo menos margen de beneficios que ellos). Este es el “estudio de mercado” que suele hacer la gente, copiar los de otros, sin pararse a pensar en dos cuestiones fundamentales:
- ¿Cuál es el valor que mis clientes perciben del producto?
- ¿Cuánto están dispuestos a pagar mis clientes?
En muchas ocasiones, nos hemos encontrado con clientes que tenían un catálogo pequeño, con pocas decenas de productos, y una lista de proveedores bestial, que apenas le servían unos pocos productos cada uno, por la única razón de que eran los productos que le gustaban al vendedor. Sin pararse a pensar la salida de dicha mercancía, si el público estaba interesado, o que el precio que tenía por unidad era superior a los de la competencia, por el hecho de hacer pedidos tan pequeños a sus proveedores. O sea, es necesario pararse y sentarse a estudiar los precios a los que vas a vender y cómo lo vas a hacer.
3. Promoción de tus productos
“Lo pongo en Google y ya está” suena a algo muy sencillo, pero es bastante más complicado de lo que parece. ¿Cómo vas a estructurar tu tienda para que su posicionamiento en SEO sea relevante? ¿Cómo vas a hacerlo? ¿Con las palabras clave? ¿Dónde se ponen? ¿La estructura de la web se adapta a lo que Google considera una “web de calidad”? ¿Cómo van a llegar tus clientes a ti? ¿Cómo van a descubrir tu página? ¿Cómo vas a hacer las descripciones de tus productos para que Google los tenga más en cuenta que los de tu competencia?
¿Vas a implementar redes sociales? ¿Cuáles? ¿Todas, solo las más conocidas? ¿Vas a publicar lo mismo en todas? ¿Para qué vas a usar cada una? ¿Qué lenguaje vas a emplear en tus mensajes? ¿Qué imagen empresarial quieres dar? ¿Cuánto tiempo vas a poder dedicarle al cabo del día? ¿Vas a precisar los servicios de otra empresa?
Toda esta serie de cuestiones debes tenerlas muy claras antes de montar nada más, pues cuando no hay nada hecho, es sencillo planificar teniendo en cuenta todo esto, pero, una vez hecho, “chapucear” soluciones sobre lo que está hecho mal desde inicio, es una pérdida de tiempo, dinero y clientes.
4. Rutinas habituales
Por muy revolucionario e innovador que nos quieran pintar el ecommerce, realmente, no es más que una manera distinta de hacer lo de siempre: vender cosas.
Es decir, todos los procesos de facturación, tickets, informes de ventas, albaranes, balances, inventarios…vas a tener que hacerlos al igual que en cualquier otro negocio (incluso si vendes por dropshipping). De hecho, tienes una inconveniencia más con respecto a las tiendas físicas, y es el tema de las devoluciones y el transporte, pues tienes que buscar una manera de que el cliente reciba, o que incluso, te devuelva el producto (preferiblemente, sin coste para él) y de cambiarlo y volver a enviárselo sin que todo esto te haga perder dinero. Buscar diferentes compañías, calcular costes con y sin iva, conocer los intervalos de peso a tener en cuenta…
¿Tienes todo buscado, mirado y comparado? Si un cliente no queda satisfecho, ¿Cómo vas a tramitar la devolución? Si el pedido ha llegado equivocado, ¿Cómo te vas a arreglar con el cliente, la empresa de logística y tu proveedor? Ten en cuenta que tu principal enemigo en el ecommerce es la confianza: A priori, nadie se fía de ti. El saber responder en estos parámetros básicos con un buen planteamiento evitará clientes descontentos y marcará, en gran medida, el futuro de la empresa. Esto va a ser el día a día de tu tienda y hacerlo mal en esto, implica bajar un escalafón en el nivel de confianza de tus clientes.
5. Clientes
Este punto va muy en consonancia con el punto 1, y el 2. ¿Quién va a comprar tus productos?
Los novatos suelen responder todos lo mismo: “Todos. Quién sea. Cualquiera que quiera mis productos”. Que esto es lo mismo que, si te preguntan qué tipo de comida te gusta, respondes algo como: “la que sea que me entre por la boca”. Simplemente, tienes que ser consciente de que lo que vendes no le gusta a todo el mundo, y que, para poder venderlo, tienes que hacerle llegar, a la gente que le interesa, que tú vendes las cosas que les gustan.
Pero claro, eso es más fácil decirlo que hacerlo. ¿Cómo sé qué tipo de público es el más adecuado para mis productos?
- Necesidades – ¿Estás satisfaciendo las necesidades de un cliente potencial? Tus productos podrían ser de una tipología que precisen de mucha información para satisfacer al cliente. Esto podría incluir: descripciones de producto detalladas, diferentes ángulos para las fotos de producto, variedad de tallas, etc. Has de intentar suplir el hecho de que el cliente no pueda tocar y probar el producto.
- Deseos – ¿Estás ofreciendo a tu cliente lo que quiere? Quizás sea envío gratuito o un descuento – Sugerencia: Realiza una compra en tu competencia y observa atentamente todo el proceso de compra y piensa cómo podrías mejorarlo para tu tienda online.
- Seguridad – ¿Se sienten seguros tus clientes? Por ejemplo, los clientes prefieren utilizar una solución de pago que conozcan, facilidad para contactar, entender la política de devoluciones, conocer bien todos los gastos que se añadirán al precio final antes de completar el proceso de pago…
- Educación – ¿Has educado a tus clientes sobre el producto? Da igual si es algo nuevo o un producto de uso cotidiano. Los clientes potenciales deberían saber qué tiene de especial tu producto y por qué deberían comprártelo a ti y no a un competidor. Ofrece siempre que puedas, valor añadido.
6. Estructura de la tienda
Por supuesto, a la hora de montar la tienda, aparte de todo lo anteriormente dicho, es necesario hacer un plan estructural del negocio, igual que si fuera cualquier otro, que debe incluir:
- Branding: Tu marca. Con su imagen corporativa propia (nada de copias o engaños que lleven al equívoco, como emplear el logo del distribuidor ya conocido y añadirle una palabra más). Aparte de imagen, hay que vender filosofía de marca (aunque seamos un mero minorista, esto será, en gran medida, lo que marque la diferencia con tus competidores).
- Diseño: La plantilla, aparte de estar acorde a los colores y diseño del logotipo, debe estar adaptada, lo máximo posible, al UX (User Experience, o Experiencia de usuario), así como tener en cuenta las necesidades de los clientes. Hay que intentar simplificarles la vida a la hora de comprar, pero sin complicarnosla nosotros en el intento. Al igual que si tuviésemos que hacerlo en una tienda física (nadie pondría las cajas lejos de la salida de la tienda…pues en el terreno virtual, lo mismo).
- Software/herramientas: ¿Vas a precisar un ERP o software de gestión? ¿Necesitas sincronizar tu tienda online con las ventas generadas en la tienda física? ¿Cómo vas a hacerlo? Todo esto marcará tu estilo y estructura empresarial (puede que tengas que adaptar tu manera de trabajar al software que vayas a emplear). Descubre nuestra solución a todos las necesidades de un comerciante ON/OFF.
Estos son los 6 pilares fundamentales a tener en cuenta en el pre-desarrollo de tu ecommerce y en los cuales se irá construyendo el resto de las cosas. Si estos cimientos fallan, dan fallos, o hay que ir “parcheando”, el trabajo, así como cualquier nueva incorporación o modificación, se incrementarán de manera absurda.
No tengas prisa. Tómate tu tiempo. Infórmate. En el futuro lo agradecerás.
¿Tienes dudas específicas? Para eso estamos.
Fuente: Prestashop .com
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