Los 4 hábitos obligatorios de cualquier ecommerce

A estas alturas de la película ya podemos tener una serie de hábitos y costumbres a la hora de trabajar en ecommerce que deberían haberse convertido en indispensables, básicamente, por lo esencial de su cometido. Hay una serie de cosas que simplemente ya no son discutibles dentro del funcionamiento de un ecommerce con éxito.

Vamos a repasarlo (por si acaso):

Parchear es tu día a día

La mejor forma de tener un ecommerce práctico y funcional es probar una y otra vez todo lo que tenemos, añadiendo cosas y eliminando otras, como si estuviésemos permanentemente en un proceso de re-diseño de la web. Busca los fallos, los errores, haz un pedido y cancélalo, anula ya uno hecho, carga muchos productos en el carrito y luego actualiza la página, fuerza el backoffice a ver lo que soporta… De esta manera serás capaz de identificar los problemas y corregirlos con antelación. Seguramente habrá inconvenientes siempre, pero gracias a las pruebas, podrás ir corrigiendo y percibiendo dichos fallos antes de que se conviertan en problemas.

Los envíos son parte de tu ecommerce (aunque no los hagas tú)

¿Ofreces envió gratis o tus clientes tienen que cubrir ese gasto? ¿Lo haces tú o tienes contratada a una tercera empresa que se encarga de la logística? La mayoría de los compradores no les gusta comprar productos si no saben cuánto les va a costar el envio antes de realizarlo, o si no sabe con exactitud cuando le va a llegar o que empresa es la encargada de entregárselo. Por lo tanto, asegúrate que en tu Ecommerce proporcionas a tus visitantes toda la información sobre el envió de una forma clara y comprensible. Nada de trucos de “mejor no se lo pongo al principio y se lo digo al final del todo, para que finalice el pedido”. Eso genera MUCHO rechazo.

Pocos clics equivale a mejor rendimiento

Si un producto es accesible a través de una gran cantidad de clics, ese producto es inexistente y, además, perjudica mucho al conjunto del SEO de toda la página. Lo mejor que puedes hacer es asegurarte que todos tus productos sean accesibles con un máximo de cuatro clics. Recuerda que a nadie le gusta perder tiempo siendo redirigido de una página a otra y a otra, o rebuscando entre una maraña de opciones, subcategorías o duplicaciones del mismo producto.

Las imágenes son algo muy serio

Las imágenes de tu ecommerce son el equivalente digital a un escaparate físico, por lo tanto, dichas imágenes deben ser únicas y de alta calidad. Imágenes claras y nítidas, permiten a los clientes visualizar los detalles y características de los productos, por lo que hay más posibilidad de que la compra se concrete. Si utilizas las típicas imágenes prediseñadas y de catálogo, el aspecto que das es amateur y poco profesional.

Hay muchas particularidades únicas para cada ecommerce, ya sea por el tipo de cosas que vende, el público al que se dirige o su manera de realizar las ventas y los envíos. Pero estas cuatro son comunes a todos ellos ¿Se te ocurre alguna más? Cuéntanoslo en un comentario o escríbenos directamente.

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