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EL RÁPIDO AVANCE DE LA TECNOLOGÍA
Vivimos tiempos de cambios. Tiempos cambiantes. Tiempos que cambian tan rápido que es difícil seguirles el ritmo. Hoy en día, más que nunca, podemos ponernos en la piel de aquel granjero de zona rural que iba por primera vez a una gran ciudad en plena revolución industrial del siglo XIX. Aquel incomprensible sistema de máquinas y normativas que estaba ampliamente asentado en la sociedad urbanita, y que, de hecho, ésta misma ya formaba parte de esa misma “telaraña”, que chocaba terriblemente con lo que hasta entonces había sido la vida social. Sistemas de transportes nuevos, que desencadenaban en nuevos sectores laborales y nuevas maneras de hacer lo que ya se hacía (todo lo relacionado con la logística de mercancías y pasajeros), y hacía que otros muriesen (el de los caballos). Para alguien que procedía del entorno rural, donde aun se usaban caballos y la tecnología era casi igual a la que había habido durante siglos, todo eso daba miedo.
Hoy en día vivimos eso mismo, La tecnología avanza a una velocidad con la que hasta hace pocos años apenas podíamos imaginar. Su objetivo principal es el de hacer nuestras vidas lo más fáciles y cómodas posibles pero también presenta algunos inconvenientes. El hecho de que cada vez sean más las tareas que pueden ser realizadas con precisión y eficacia por máquinas hace que el ser humano tenga que estar constantemente reciclándose y aprendiendo, para no quedarse por detrás de un futuro que prácticamente ya es presente. La formación en los distintos trabajos es algo necesario para poder no solo estar al día con las novedades que llegan sino para ampliar funciones y mejorar nuestra experiencia. Pero todo se mueve tan rápido que comienza a ser difícil para muchos seguir el ritmo.
A diferencia de lo que creíamos, el futuro no se presenta como un lugar donde los robots han sustituido a los humanos, si no, donde los humanos, han tenido que evolucionar en su manera de trabajar y hacer comercio para adaptarse a un mundo superpoblado y globalizado, donde todo el mundo está en permanente contacto. Ahí van cinco habilidades que tendrás que aprender para continuar con tu ecommerce de aquí a 10 años.
Trendspotting
“El gran desafío para muchas personas hoy en día es aprender algo y asumir que van a tener que utilizarlo el resto de sus vidas”. Una afirmación muy coherente del escritor Jacob Moran. Los entornos de trabajo cambian tan rápidamente que resulta complicado controlar todas las variaciones que se producen.
La única solución es formación, formación y formación. Un constante cambio implica una constante información. El concepto que tenemos hoy día de aprender una cosa para realizar una tarea concreta ya está cambiando, y cambiará aún más, básicamente, porque las tareas a desarrollar no paran de cambiar su modo de hacer, ya que la sociedad digitalizada no para de cambiar (piensa en todos los cambios que has tenido que ir haciendo en tu tienda online en unos pocos años y multiplícalos por 10 años).
Colaboración por bandera.
Las empresas cada vez trabajan con un mayor número de colaboradores externos que desempeñan funciones vitales para la consecución del éxito general. Esto ya ocurre y marca una tendencia: Mayor comunicación interna y externa. Tenemos que aprender a trabajar bajo los nuevos modelos de colaboración y estar en constante comunicación con todos los implicados en los proyectos en los que estemos trabajando.
El currículum empresarial
Una cosa que ha traído internet es la exposición global. Todo el mundo puede vernos, pero ojo, todo el mundo puede hablar de nosotros, y eso es igual de visible, o más, que nosotros mismos. Las quejas quedan registradas, las opiniones validadas por otros usuarios, y la opinión pública es mucho más fuerte. Las empresas se han convertido en otros jugadores dentro del partido, pero, a diferencia del mundo real, en internet, el consumidor tiene mucho más poder.
Las empresas están expuestas a eso, y de hecho, dependen de ello. Una empresa con muchas opiniones negativas sobre sus servicios, dificilmente levantará cabeza en internet. Se tiene, más que nunca, que mimar y cuidar a los consumidores, vigilar las estrategias de marketing, no caer en engaños cutres, dar toda la información que podamos, demostrar que hay “alguien” detrás de la página…el currículum empresarial.
No olvidar que la tecnología es nuestra amiga
Intente aprender a trabajar con cualquier tipo de dispositivo o máquina que aterrice en su oficina. Los procesos automatizados o la inteligencia artificial están a la orden del día por lo que debemos conocer todas las tecnologías presentes en nuestro entorno para determinar sus puntos flacos y poder llenar ese hueco.
Inteligencia emocional
¿Cuál es la única ventaja que tenemos sobre los procesos automatizados? Ellos lo hacen todo mucho mejor, más rápido y consiguen mejores resultados cuantificables, pero fallan en conectar con el consumidor, básicamente, porque son máquinas. Desarrollar más empatía, tanto por tus clientes como por tus trabajadores y agentes de todo el proceso de ecommerce (desde proveedores a repartidores) e intentar ver todo el proceso como un conjunto global, y no como que tú haces tu parte y el resto de las cosas “no son de tu competencia”.
¿Cómo lo ves? ¿Mucho lío? Seguro que ya eres muchas de estas cosas y ni siquiera te has dado cuenta de ello. De todas formas, no te preocupes, para cualquier cosa en la que uno no llegue, siempre está gente como nosotros, que podemos echarte un cable 😉
Fuente: marketingdirecto.com
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